LOCALIZACIÓN
ACCESO
En coche
Desde Madrid, tomar la salida 37 desde la A-4 Córdoba hacia M-350. Antes de la glorieta, girar a la derecha dirección Aranjuez. Continuar por la M-350 hasta llegar a Aranjuez. Girar a la derecha por la Avenida de Palacio hasta llegar a la Calle de la Florida. Continuar recto hasta la glorieta y tomar la segunda salida por la Avenida del Deleite. En la glorieta, continuar recto hasta girar a la derecha por el Camino de Ontígola. Continuar por TO-2542 hasta llegar al humedal.
En tren
Línea C-3 destino Aranjuez. Tiempo estimado de 45 minutos. Salir de la estación y girar a la izquierda en la Carretera de Toledo. A unos metros, girar a la derecha por la Calle Jacinto Guerrero. En la Calle Oropéndola, girar a la derecha en Cuesta de las Perdices hasta llegar al Paseo del Deleite. En la glorieta, girar a la izquierda cruzando el estadio de fútbol hasta llegar a la Glorieta de Le Pecq. Tomar la Calle Montecillo hasta el Camino del Mar Chico y continuar hasta la entrada al humedal.
Desde Madrid, tomar la salida 37 desde la A-4 Córdoba hacia M-350. Antes de la glorieta, girar a la derecha dirección Aranjuez. Continuar por la M-350 hasta llegar a Aranjuez. Girar a la derecha por la Avenida de Palacio hasta llegar a la Calle de la Florida. Continuar recto hasta la glorieta y tomar la segunda salida por la Avenida del Deleite. En la glorieta, continuar recto hasta girar a la derecha por el Camino de Ontígola. Continuar por TO-2542 hasta llegar al humedal.
En tren
Línea C-3 destino Aranjuez. Tiempo estimado de 45 minutos. Salir de la estación y girar a la izquierda en la Carretera de Toledo. A unos metros, girar a la derecha por la Calle Jacinto Guerrero. En la Calle Oropéndola, girar a la derecha en Cuesta de las Perdices hasta llegar al Paseo del Deleite. En la glorieta, girar a la izquierda cruzando el estadio de fútbol hasta llegar a la Glorieta de Le Pecq. Tomar la Calle Montecillo hasta el Camino del Mar Chico y continuar hasta la entrada al humedal.
DESCRIPCIÓN
El Mar de Ontígola forma parte de la Reserva Natural de “El Regajal – Mar de Ontígola” protegida desde el año 1994 gracias a su diversidad ecológica y a su excepcional riqueza florística, avifaunística y entomológica. Posteriormente, se incorporó a la Red Natura 2000 como ZEPA (Carrizales y Sotos de Aranjuez) y LIC (Vegas, cuestas y páramos del Sureste de Madrid). El humedal constituye un hito natural fundamental del sur madrileño por tratarse de un punto estratégico que ejerce como vínculo entre los páramos castellanos y la vega ribereña del río Tajo. La formación del Mar de Ontígola se debe a causas históricas. En el año 1552, Felipe II ordenó la modificación y ampliación de la balsa que regulaba las aguas del Arroyo de Ontígola que regaban las huertas y jardines reales a través de la construcción de la Presa de Ontígola, contando con la participación de ilustres personajes como Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera. Su finalización en el año 1572 con piedra de Colmenar de Oreja supuso un hito vanguardista en los campos de la arquitectura y la ingeniería hidráulica por tratarse de la precursora de las modernas presas de contrafuertes del siglo XVI en Europa y América.
Mar de Ontígola. Fuente: Alberto Villares (SEO-Aranjuez)
Con el paso de los años, el embalse que acogía las jornadas de recreo y disfrute de Austrias y Borbones se naturalizó, convirtiéndose en la actualidad en una joya natural a escasos kilómetros de Aranjuez. En las lomas que coronan el humedal predomina el coscojar (Quercus coccifera), un espacio ligado al histórico aprovechamiento humano que alberga especies vegetales como el espino negro (Rhammus lycioides), la aliaga (Genista scorpius), la retama de bolas (Retama sphaerocarpa), el romero (Rosmarinus officinalis), el tomillo (Thymus zygis, Thymus vulgaris) o la salvia (Salvia lavandulifolia) entre la gran diversidad florística que en primavera estalla en una gran variedad de fragancias y tonalidades típicas del interior mediterráneo. En los cortados yesíferos que bordean al humedal, se pueden encontrar especies como la jabuna (Gypsophylla struthium), la jarilla (Heliantemum squamatum, Heliantemum lavandulifolium), el esparto (Stipa capensis, Stipa tenacísima) o la ontina (Artemisia herba-alba) que tiñen el paisaje de colores grisáceos sobre los suelos yesíferos. En el humedal, domina el carrizal de la vegetación palustre, que impide observar la presa histórica a excepción de un aliviadero y varios contrafuertes, y algunas formaciones de tarayales (Tamarix sp.pl.) cerca de los caminos.
En cuanto a la fauna, las especies más vistas son las asociadas al bosque mediterráneo, entre las que se encuentra el conejo (Oryctolagus cunniculus), la liebre (Lepus granatensis), la culebra bastarda (Malpolon monspessulamus), la culebra de escalera (Elaphe scalaris), el lagarto ocelado (Lacerta lepida), el erizo (Erinaceus europeus), la musaraña (Crocidura russula), el jabalí (Sus scrofa) o el zorro (Vulpes vulpes). La reserva natural hospeda además, en el entorno de El Regajal, a una increíble fauna de lepidópteros, considerado como uno de los espacios más importantes del mundo para la conservación de éstos, destacando algunas mariposas endémicas y exclusivas de este territorio. Ejemplares como la mariposa arlequín (Zerynthia rumina), la sagarrilla (Coscinia romeii), la niña del astrágalo (Plebejus hespericus), el pavón nocturno (Saturnia pyri), la blanca catalana (Pieris mannii) o la posible desaparecida mariposa espantalobos (Iolana iolas) atestiguan la grandiosidad de un espacio valorado por entomólogos de todo el mundo desde el siglo XVIII en actual declive.
En cuanto a la fauna, las especies más vistas son las asociadas al bosque mediterráneo, entre las que se encuentra el conejo (Oryctolagus cunniculus), la liebre (Lepus granatensis), la culebra bastarda (Malpolon monspessulamus), la culebra de escalera (Elaphe scalaris), el lagarto ocelado (Lacerta lepida), el erizo (Erinaceus europeus), la musaraña (Crocidura russula), el jabalí (Sus scrofa) o el zorro (Vulpes vulpes). La reserva natural hospeda además, en el entorno de El Regajal, a una increíble fauna de lepidópteros, considerado como uno de los espacios más importantes del mundo para la conservación de éstos, destacando algunas mariposas endémicas y exclusivas de este territorio. Ejemplares como la mariposa arlequín (Zerynthia rumina), la sagarrilla (Coscinia romeii), la niña del astrágalo (Plebejus hespericus), el pavón nocturno (Saturnia pyri), la blanca catalana (Pieris mannii) o la posible desaparecida mariposa espantalobos (Iolana iolas) atestiguan la grandiosidad de un espacio valorado por entomólogos de todo el mundo desde el siglo XVIII en actual declive.
LISTA DE AVES
AVES RESIDENTES
AVES INVERNANTES
AVES ESTIVALES
AVES OCASIONALES