LOCALIZACIÓN
ACCESO
En coche
Desde Aranjuez, en la Glorieta de Le Pecq, tomar la Carretera de Andalucía en dirección A-4 Madrid – Córdoba. En la glorieta, dirigirse hacia la segunda salida dirección N-IV Ocaña. Recorridos varios kilómetros, continuar dirección N-400 Toledo. En la glorieta, continuar recto dirección N-400 Toledo. Tras varios kilómetros pasando la cárcel de Aranjuez, el desvío a la CM – 4004 y el desvío a la TO – 2628, continuar recto dirección N-400 Toledo. En el Km. 16 de la N-400, aparcar en el lado derecho en el Camino del Rey (casa abandonada).
Ruta senderista
Seguir las indicaciones para la Etapa 20 del GR 113 – Camino Natural del Tajo.
Aviso: En las vías pecuarias (en este caso Vereda de la Mora y Colada de Toledo a Aranjuez) está prohibido el acceso y la circulación con vehículos a motor.
Desde Aranjuez, en la Glorieta de Le Pecq, tomar la Carretera de Andalucía en dirección A-4 Madrid – Córdoba. En la glorieta, dirigirse hacia la segunda salida dirección N-IV Ocaña. Recorridos varios kilómetros, continuar dirección N-400 Toledo. En la glorieta, continuar recto dirección N-400 Toledo. Tras varios kilómetros pasando la cárcel de Aranjuez, el desvío a la CM – 4004 y el desvío a la TO – 2628, continuar recto dirección N-400 Toledo. En el Km. 16 de la N-400, aparcar en el lado derecho en el Camino del Rey (casa abandonada).
Ruta senderista
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Aviso: En las vías pecuarias (en este caso Vereda de la Mora y Colada de Toledo a Aranjuez) está prohibido el acceso y la circulación con vehículos a motor.
DESCRIPCIÓN
La dehesa de Valdepastores representa el arquetipo idóneo de paisaje estepario mediterráneo en el término municipal de Aranjuez. Se trata de vastas extensiones agrícolas cerealistas que se alternan con áreas de olivar y planicies típicas del bosque mediterráneo castellano adehesado. Desde el punto de vista geográfico, la dehesa de emplaza en el conjunto de terrazas altas y medias del río Tajo y terrazas altas del río Algodor compuestas de conglomerados y arenas que se depositaron en el Pleistoceno inferior (1,6 millones de años) y medio (700.000 años) sobre la superficie limo-arenosa del Mioceno inferior (24 millones de años) resultado de la erosión del antiguo páramo existente en el territorio. En ambos márgenes de la superficie esteparia se encuentra el arroyo de Martín Román, en cuya desembocadura formando amplio un abanico aluvial se encuentra el Carrizal de Villamejor, y el arroyo de Valdepastores, cuyo nombre proviene del profundo arraigo a las actividades de pastoreo de la comarca. Desde el punto de vista histórico, el territorio formó parte de las adquisiciones de la Dehesa de Villamejor, el Prado de Martín Román, el Soto de Nieblas y parte de la Dehesa de Mazarabuzaque por parte de Felipe II en la conformación del Real Bosque de Aranjuez. Destaca su cercanía a un antiguo cementerio carpetano resultado de la resistencia íbera contra las provincias romanas en el 183 a.C., y al poblado ferroviario de Algodor, con una estación de estilo neomudéjar, que fue testigo de las relaciones comerciales con los poblados de La Sagra toledana y las contiendas de la Guerra Civil, ya que fue línea de frente desde la cual las fuerzas sublevadas tomaron Toledo en 1936.
Dehesa de Valdepastores. Fuente: Laura Ruiz (SEO-Aranjuez).
La Dehesa de Valdepastores supone un ecosistema de bosque mediterráneo profundamente alterado por la actividad agrícola y ganadera tradicional de la región. Esta convergencia de factor natural y rural, unido a su cercanía a áreas salinas como el Carrizal de Villamejor, convierte al territorio en un entorno paisajístico estepario de extraordinario valor. Las estepas cerealistas típicas del suroeste de Aranjuez, que forman parte de la planicie agrícola castellana, supone un hábitat perfecto para el desarrollo de formaciones esteparias como amapolas silvestres (Papaver rhoeas), orquídeas silvestres (Orchis mascula), espigas (Hordeum murinum) o cardos borriqueros (Onopordum acanthium) que conviven con ejemplares de pimpinela verrugosa (Sanguisorba verrucosa) o de diente de león (Taraxacum officinale), y que dibuja una bella estampa primaveral con destacados contrastes cromáticos. Estos cuadros paisajísticos se alternan con encinares (Quercus ilex), almendros (Prunus dulcis) y quejigos (Quercus faginea) propios de la región mediterránea, donde también se ubica la retama de bolas (Retama sphaerocarpa), el romero (Rosmarinus officinalis), el tomillo (Thymus zygis, Thymus vulgaris) o el esparto (Stipa capensis, Stipa tenacísima). También se puede diferenciar extensas superficies de olivares (Olea europea).
La fauna presente en la dehesa se asocia principalmente a la existencia de una gran extensión agrícola y a su cercanía a los diferentes carrizales que pueblan la región, así como el emplazamiento del propio río Tajo y Algodor. El paisaje estepario cerealista ofrece una posibilidad destacada para el asentamiento del ratón de campo (Apodemus sylvaticus), el topillo común (Pitymys duodecimcostatus), el topillo campesino (Microtus arvalis), la musaraña (Crocidura russula), la musaraña gris (Suncus etruscus) y ofidios como la culebra bastarda (Molpolon monspersulanus), la culebra de collar (Natrix natrix), la culebra de escalera (Elaphe escalaris) o la culebra viperina (Natrix maura). Destaca especialmente la abundancia de conejos (Oryctolagus cunniculus) y liebres (Lepus granatensis) que suponen la base alimentaria de diferentes rapaces. También destaca la presencia del lirón careto (Eliomys quercinus), el turón (Putorius putorius) el jabalí (Sus scrofa), el zorro (Vulpes vulpes) o la gineta (Genetta genetta). Además de la avifauna esteparia, el entorno ofrece una oportunidad perfecta para la observación de rapaces rupícolas que realizan grandes distancias desde los sistemas montañosos de los Montes de Toledo en busca de alimento, como el Águila real (Aquila chrysaetos), el Buitre leonado (Gyps fulvus) o el Buitre negro (Aegypius monachus).
La fauna presente en la dehesa se asocia principalmente a la existencia de una gran extensión agrícola y a su cercanía a los diferentes carrizales que pueblan la región, así como el emplazamiento del propio río Tajo y Algodor. El paisaje estepario cerealista ofrece una posibilidad destacada para el asentamiento del ratón de campo (Apodemus sylvaticus), el topillo común (Pitymys duodecimcostatus), el topillo campesino (Microtus arvalis), la musaraña (Crocidura russula), la musaraña gris (Suncus etruscus) y ofidios como la culebra bastarda (Molpolon monspersulanus), la culebra de collar (Natrix natrix), la culebra de escalera (Elaphe escalaris) o la culebra viperina (Natrix maura). Destaca especialmente la abundancia de conejos (Oryctolagus cunniculus) y liebres (Lepus granatensis) que suponen la base alimentaria de diferentes rapaces. También destaca la presencia del lirón careto (Eliomys quercinus), el turón (Putorius putorius) el jabalí (Sus scrofa), el zorro (Vulpes vulpes) o la gineta (Genetta genetta). Además de la avifauna esteparia, el entorno ofrece una oportunidad perfecta para la observación de rapaces rupícolas que realizan grandes distancias desde los sistemas montañosos de los Montes de Toledo en busca de alimento, como el Águila real (Aquila chrysaetos), el Buitre leonado (Gyps fulvus) o el Buitre negro (Aegypius monachus).
LISTA DE AVES
AVES RESIDENTES
AVES INVERNANTES
AVES ESTIVALES
AVES OCASIONALES